Último adiós a Pelé
Los aficionados se preparan para brindarle a Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ un último adiós. El féretro del astro brasileño ya está instalado en el centro del campo del Estadio Vila Belmiro del Santos FC, el lugar elegido como velatorio para rendir tributo al mítico ’10’, fallecido el pasado jueves a los 82 años de edad.
El cuerpo de ‘O Rei’ reposa sobre el verde del estadio donde pasó la mayor parte de su carrera deportiva antes de colgar las botas en el NY Cosmos norteamericano. La comitiva fúnebre que transportaba el féretro del exfutbolista, considerado por muchos el mejor jugador de la historia, llegó al recinto en torno a las 4 de la madrugada (hora local) del lunes.
Las exequias, con el féretro abierto, comenzaron con cinco minutos de retraso con respecto al horario previsto, con la apertura de puertas a los miles de aficionados que deseaban dar el último adiós al tricampeón mundial.
Antes, Edinho, hijo de Pelé, y el exjugador Zé Roberto cargaron el ataúd, ayudados por personal del Santos, hasta una carpa situada en el centro de la cancha, un espacio que está reservado para los familiares.
Una segunda carpa, ubicada en paralelo, sobre la línea del área grande, está dedicada a las autoridades del mundo del fútbol y la política.
Las decenas de miles de aficionados que quisieron brindarle un último adiós a Pelé entraron por una puerta lateral y se acercaron al féretro por una pasarela ubicada a unos pocos metros de la carpa principal, mientras en la megafonía del estadio se oía una canción de samba llamada “Eu sou Pelé” (yo soy Pelé), interpretada por el exjugador.
Los aficionados tendrán 24 horas, hasta las 10 horas del martes, para velar por Pelé, momento en el que comenzará un cortejo fúnebre que recorrerá las calles de Santos, ciudad portuaria ubicada a unos 80 kilómetros de Sao Paulo, donde falleció el exfutbolista.
La comitiva pasará por varias zonas de la ciudad, incluida la casa donde vive la madre del malogrado exfutbolista, Celeste Arantes, de 100 años de edad, y se dirigirá al cementerio Memorial Necrópolis Ecuménica, donde será sepultado en una ceremonia privada reservada sólo a los familiares.
Su lugar de descanso final será en un ‘cementerio vertical’, un edificio de 14 pisos que incluye 14.000 bóvedas, una cascada y un museo del automóvil.